Sinopsis:
Una relación comienza por casi cualquier motivo: atracción, inocencia o pasión. Pero también por aburrimiento, ignorancia, esperanza, desidia o incluso por ambición. Hasta la propia razón es a menudo una causa para acercarse a alguien y comenzar un contacto mental o simplemente físico.
Sin embargo, nada asegura que vínculo será fuerte, duradero, beneficioso o destructivo; enriquecedor o frustrante.
El Amor es, en cambio, una entidad con vida propia. Existe como parte de la energía vital; surge como una nueva creación entre dos seres que, antes de ser poseídos por él, creían estar separados. No es fácilmente controlable porque decide y piensa por si mismo y, en todos los casos, se fundamenta en el bien del otro, siendo esta condición, indispensable para que sea real. Cuando dicha entidad se manifiesta no hay manera de limitarla o apagarla porque, hagamos los que hiciéremos, ella habitará nuestra mente y nuestra vida; alegremente si la alimentamos, en estertores agónicos si la asfixiamos o tratamos de extinguirla. Se revela, nos manipula y puede quitarnos el control de nuestra propia consciencia. El Amor es un ser realmente peligroso.
Es como el propio Dios; existe como individuo aunque habite en dos cuerpos y se abrirá paso hacia el progreso, como la vida misma, siempre que no sea acorralado y atacado por el demonio que tenga el poder de ahuyentarlo.
El Amor verdadero es indestructible.
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