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¿Por qué nos vestimos de negro?

¿Por qué nos vestimos de negro?

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¿Por qué nos vestimos de negro?

V:. H:. Eduardo Seleson

Comencemos por entender que significa el color negro.

Cuando somos recibidos en el seno de una logia, comenzamos a concurrir a las tenidas vestidos con traje negro.

Aquí cabe la pregunta ¿Por qué vestimos de negro?

Lo primero que viene a la mente es que el negro simboliza el luto, el respeto que se tenía por el difunto y sus familiares y el dolor por su pérdida. … La costumbre de vestir de negro en los funerales tiene cientos de años de antigüedad. Varias son las leyendas alrededor de esta tradición.

Pero, en la tradición monacal[1], el color negro recuerda a todos que, el que lo lleva ha muerto al mundo, todas las vanidades han muerto para ese ser humano que ya sólo ha de vivir de Dios.

Y aquí aparece la primera reflexión, a imagen de la tradición monacal, hemos muerto para el mundo profano con sus vanidades convirtiéndonos en iniciados (en principio formalmente), hemos visto la Luz Masónica y todos nuestros trabajos los hacemos A L:.D:.G:.A:.D:.U:.

Si profundizamos un poco, vemos que el color negro se corresponde a la ausencia de energía lumínica en el espectro visible, el negro no es un color, pero, aunque no lo sea, el negro es percibido y como tal, está dotado de un simbolismo que no se puede comparar al de ningún otro color.

El negro simboliza el final, el más profundo misterio que se encuentra en el universo y es la ausencia absoluta de luz, todo acaba en el negro.

 La palabra negro proviene del latín niger, -gra, -grum, donde niger es el negro brillante y ater el negro opaco –o también– niger como oscuro o funesto y ater como triste o sombrío.[2]

Sin embargo, el color negro no es el color universal para testimoniar la pena. Ya en el siglo II los propios romanos decidieron que lo fuera el blanco, y ha sido el color de luto de reinas europeas. El deuil blanc o luto blanco era el propio de las mujeres jóvenes. [3]

En España se mantuvo la tradición hasta el siglo XVI. Aunque, previamente, y según se estableció en la “Pragmática de Luto y Cera” dictada por los Reyes Católicos en 1502, el color negro fuera el oficial en la indumentaria que debía vestirse en los funerales.

De hecho, el alivio de luto, costumbre que en España se ha mantenido muy viva, también tiene sus colores: grises, azules oscuros y violetas o malvas los reyes.

¡Pero hay otros colores para expresar el luto! Algunos budistas chinos manifiestan el luto vistiendo de amarillo; en Siria se utiliza el azul. En Sudáfrica, el luto es rojo. Como lo fue entre los antiguos egipcios. Aunque en nuestros días lo sea el amarillo azafrán o anaranjado.

 

Por lo que, de hecho, veamos otras causas para usar dicho color, lucir un traje negro casi siempre suele ser sinónimo de acierto, y es que se trata de todo un clásico de los trajes, ya sea por su elegancia innata o por la autoridad que transmite. Pero este tipo de trajes es una prenda muy formal, y nosotros QQ:.HH:. debemos ser en nuestro comportamiento respetuosos de las formalidades.

La vestimenta es una construcción material que simboliza, expresa y genera emociones, indica pertenencia, sugiere relaciones espaciales y temporales, regidas por normas culturales.[4]

La vestimenta transforma el cuerpo real, en un cuerpo ideal.

En la Grecia antigua, el color negro simbolizaba la vida porque el día nacía de la oscuridad.

En la antigüedad clásica, los colores del poder giraban alrededor del rojo. En Roma, la toga era la principal prenda de vestir exterior que llevaban los ciudadanos.

El emperador llevaba una toga púrpura como máxima autoridad del poder. En su momento, el púrpura era un signo que indicaba riqueza; sólo los ricos podían pagar esta tintura.

Pero con el transcurrir del tiempo, dicho color se convierte en un símbolo de poder y espiritualidad, ello lo vemos reflejado en las sotanas utilizadas por los curas católicos para el culto: negra, para los sacerdotes; púrpura, para los obispos; roja, para los cardenales y blanca, para el Papa.

En la antigua Roma, quienes se postulaban para las elecciones, usaban una toga de lana blanca, llamada “toga cándida”, y de ahí el término candidato, siendo el color el componente más significativo de la indumentaria.

El color negro tiene todavía hoy valor de distinción, de cultura, opuesto a toda la gama de colores vulgares.

El traje litúrgico negro que utilizaban los monjes, tanto de las órdenes monásticas del siglo IV de San Benoit como los monjes Benedictinos del siglo XII y los Dominicos, son símbolo de ascetismo, que muestra la indiferencia respecto de los bienes materiales terrenos y una búsqueda de espiritualidad.

En el siglo XIX el traje masculino de la burguesía ascendente es negro, para distinguirse de la nobleza, sus brillos, lujos y frivolidades, las cuales se dejan exclusivamente para la mujer. Con esta actitud y el negro de sus trajes, el burgués comunica que el ahorro, la discreción y la austeridad son sus principales valores y principios.

La M:. ha adoptado la vestimenta negra como un signo y símbolo pues nosotros debemos recordar que debemos pulir nuestras aristas dadas por vanidades, y hemos muerto para el mundo y las actitudes profanas, pues, todas las vanidades han muerto ceremonialmente al haber pasado por los elementos en nuestra iniciación siendo formalmente purificados por el aire, el agua y el fuego, y cada vez que nos vemos vestidos de negro debemos recordar esto para que pasemos de la parte formal a la vivencia permanente de la vida masónica y todos los trabajos debemos realizarlos a la G:.D:.G:.A:.D:.U:.

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Sotana

[2] https://logialibertadoresblog.wordpress.com/por-que-nos-vestimos-de-negro/

[3] https://protocoloalavista.com/luto-no-solo-negro/:

[4] https://logialibertadoresblog.wordpress.com/por-que-nos-vestimos-de-negro/

 

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